Mi príncipe maldito
Su cabello, la oscuridad nocturna asemeja,
Su piel, la blanca palidez del invierno,
Sus rasgos, la encarnación de la más sublime belleza,
Su perfecta figura y sus ojos...
dos gotas del más dañino y placentero veneno.
Tan despiadado como un asesino,
pero con la elegancia de un príncipe.
Desearle... el peor de los errores,
la más vaga y prohibida ilusión,
un delirio de completa locura.
Y que el más oscuro de los sueños...
sea interrumpido por la luminosidad de su mirada ígnea.
Sueños de niebla
Hay figuras en el aire...
Fantasmas de humo se consumen
y lo consumen todo a su paso
Ya no quiero dormir y extrañarte cuando amanece.
Esta vez quiero que seas más que un sueño...
Quiero sentir tu piel y probar tus labios,
Mirarte aunque sea por un segundo
Contigo me bastaría un instante para respirar eternidad...
Entonces quiero enredarme en tu cuerpo,
desvanecerme en tus ojos
y morir lentamente en tus manos.
Suspiros
La luna exclamó su última palabra
y la noche extendió sus manos en silencio.
Sus ecos aún resuenan... bailando con el viento.
Pero en esta oscuridad, no hay mas sombras.
Sólo él...
No necesito mirarlo, no necesito escucharlo, ni tocarlo
Porque tan solo vino a besar mis recuerdos,
a congelar el tiempo.
Una caricia sutil y suave;
puedo sentirlo a través de mi manto de papel.
Su respiración es una melodía, su mirada... una ilusión.
Y su presencia: Una promesa.
Sobrepasa mi alma, cada segundo efímero y eterno.
Otro suspiro, un suave sonido... el latido de su corazón.
Mis dedos lo exploran y casi puedo sentir la textura perfecta de su piel.
Una ligera sonrisa, un último gesto...
Besa con delicadeza el dorso de mi fría mano.
-Te estaré esperando-
Se aleja, con la última nube que oscurecía el cielo.
Un sentimiento intenso. Un sueño
E inhalo con pasión, su último aliento
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