domingo, 11 de octubre de 2015

Escenario

¿Qué les ocurre a todos con las canciones tristes? Puedes sentirte bien y escribir la mejor canción que hayas oído y ser un don nadie, entonces escribes la canción más triste del mundo y saltas a la fama.
Los fans esperan. No creo que nadie en este momento pueda sentirse tan mal como yo, nadie entiende lo que dice la letra de esta maldita canción porque cada palabra, cada acorde, lo escribí para alguien que nunca va a poder oírla. Entonces ¿Por qué me aguardan con tanto ahínco para poder escucharla? ¿Será que en el fondo todos nos sentimos así de rotos? En ese caso, la emoción más fuerte de todas es la tristeza y a todos nos toca pudrirnos en ella alguna vez, en alguna época, o todos los días y seguimos moviéndonos, sin existir, sin sentir otra cosa que no sea ese vacío, hasta que gritamos durante un par de minutos y de repente no nos sentimos tan mal…
                                                                                           
Estoy perdido en sus labios, durante un instante, nada me importa más que las sensaciones, aunque “perderme” es solo una mala metáfora, cuando nos besamos, es el único instante en el que siento que estoy en el lugar correcto, el beso se hace más intenso y hay una melodía en mi mente, este debe ser el paraíso… Estoy seguro de que lo es hasta que mi malhumorado jefe me golpea en la cabeza con el programa encuadernado de esta noche.
A penas si abro los ojos para soltar un juramento
-¡Maldita sea Vice! ¿Ya viste la hora?- Vocifera Joel mientras disuelve una pastilla en mi cerveza, la bebo de un trago sin quejarme y miro hacia el reloj; Las manecillas forman una línea recta que parece burlarse de mí, me hace recordar de golpe que el invierno terminó y ahora hasta el estúpido sol conspira para hacerme sentir asfixiado.
-¿Cuánto tiempo dormí?-
-Unos 20 minutos-
-Vaya, acabo de romper el récord de la semana- digo con sarcasmo.
Joel niega con la cabeza
-Vice ¿Seguro que estás bien?-
-Si, si- Murmuro mientras me alejo y voy directo a las duchas
“¿Estás bien?”
Últimamente me estoy acostumbrando a esa pregunta, sé lo que significa, sé lo que realmente quieren decirme con esas caras de preocupación fingida
-Vice, si te desmayas en pleno concierto… Si tenemos que hacer cancelaciones….
Todo se trata de dinero, y yo soy su jodida marioneta
Pero no puedo quejarme, les hago ganar dinero y ellos se ocupan de todo lo demás
¿Quién dijo que la hipocresía era un mal negocio?

Mientras me desnudo para entrar en la regadera, observo el símbolo religioso tatuado en mi abdomen, no recuerdo su significado, tampoco si es cristiano, budista o satánico, no tiene la menor importancia, pero la incertidumbre me hace volver al invierno….
Adrien tenía ese maldito símbolo tatuado en el brazo izquierdo, fue lo primero que noté de él entre la nieve, el humo y mi resaca adolescente. Me pareció la cosa más genial del mundo.
-¿Qué significa?- le pregunté y esa fue nuestra primera conversación.
No recuerdo lo que me respondió, solo recuerdo que me pareció muy cursi, aunque tampoco es que yo hubiera puesto demasiada atención. A esa corta edad y en ese mismo instante, caí en cuenta de que solo habría dos cosas que realmente me gustaban la música… y él.
Luego de ese día, nos volvimos inseparables, aun no estoy seguro porqué, él era la persona más distinta a mí, siempre preocupado por horarios, el futuro y con un montón de brabucones abusando de él a diario. Solo se saltaba las clases cuando yo se lo podía e incluso me dejaba arrastrarlo a cada patética fiesta a la que asistía, no sé porque me empeñaba tanto en asistir si luego de media hora terminábamos fumando juntos en el lugar más solitario de todos, tal vez era mi excusa perfecta para estar con él. Y finalmente, las cosas cambiaron mucho cuando le rompí la nariz al imbécil que lo molestaba.

Adrien fue el primero en decirme que tenía buena voz, fue el primero en hacerme pensar que tenía un futuro y en ese entonces, soñar era mejor que vivir.
-Vamos a salir de esta maldita ciudad y cuando grabe mi primer disco, vamos a viajar a cualquier país que quieras-
Él se limitaba a sonreír, sé que me tenía más confianza de la que me tengo a mí mismo.
Y después, todo era música y Adrien, esos fueron los mejores años de mi vida.
Ahora que lo pienso, de no haberlo conocido, no estaría aquí. Estaría cumpliendo sentencia por algún crimen o ahogándome en mi propio vómito y cualquiera de esas opciones me agrada más que estar respondiendo a la estúpida pregunta de siempre.

Mientras camino hacia mi camerino, me encuentro con Dan
-Vice- exclama con una estúpida sonrisa producto del exceso de humo mágico que fumó toda la noche
-¡Pareces un puto zombie! ¿Estás bien?-
Lo golpeo en el hombro mientras intento ser amable
-Todavía puedo romper tu maldita guitarra en el escenario-
Escucho sus carcajadas y me alejo hacía mi camerino.

Adrien jamás me preguntaba si estaba bien, no necesitaba hacerlo, siempre sabía cómo me sentía, sabía que a veces la única solución era escuchar mis estupideces toda la noche, o ir a algún lugar alejado de todos, siempre me gustó alejarme de todos… Excepto de él, él era el único que me hacía sentir bien.

-Vice- Dan abre la puerta con la voz risueña que ya conozco tan bien, va acompañado de dos chicas y puedo ver el modo en que sonríen cuando me ven
-Estas lindas señoritas se colaron a los camerinos y quieren que les des un autógrafo-
Las chicas dejan escapar un grito de emoción y no puedo evitar darles mi mejor sonrisa mientras las abrazo para posar en la foto.
-Este es el mejor disco de todos- Dice una de ellas con voz trémula mientras me inclino para firmar el CD. Vuelvo a sonreírle y agradezco el cumplido.
-También lamentamos lo de tu amigo, sé que era como un hermano para ti y le querías mucho- murmura la otra un tanto avergonzada, vuelvo a sonreírles y me despido con un rápido abrazo.
Cuando Dan las guía hacia los otros camerinos, vuelvo a cerrar la puerta
“Amigo”… que estúpida etiqueta, yo no “quería” a Adrien, él era mi amigo y mi hermano y mi amante.

En los últimos meses, he dejado de torturarme pensando si él me quería con la misma intensidad que yo a él. Ahora creo entender que me quería más de lo que merezco y anteponía esos sentimientos a su propia felicidad.
Aunque se moría de celos cada vez que me veía besar a una modelo, él seguía insistiendo para que no hubiera escándalos a mi alrededor y mi fama creciera.
Jamás entendió que mí no me hubiera importando escupirle en la cara al mundo entero con tal de estar con él, pero de algún modo, me fui acostumbrando al egoísmo.
Tenía una vida demasiado ocupada ahora, pero en cuento tenía un día libre, no me importaba viajar durante horas para estar con él.   
Aún recuerdo la última vez que nos vimos y cómo rechazó mi estúpida pregunta

-¿Qué hay de Danna?-
-Me alegra que sea bonita, porque si le pagaran por ser inteligente, estaría muriéndose de hambre; Ya sabes que solo salgo con ella porque tú lo propusiste-
-Nunca pensé que quisieras casarte…
-Ni yo, pero no tiene que ser algo grande, no te estoy pidiendo que hagamos una jodida fiesta ni nada de esas cursilerías, Adrien, solo te estoy pidiendo que tengamos algo más concreto…
-Y ¿Qué pensaría la gente? Tu carrera se va a ir al infierno
Me encogí de hombros, -no tengo por qué dejar la música, tengo el suficiente capital para largarnos de aquí-
-¿Y yo Vice? Mi familia jamás podría con eso-
No voy a negar que me molesté, pero tenía tan poco tiempo para estar con él que me limité a besarlo, ahora desearía no haberme despedido nunca, porque luego de ese día, recibí la llamada que destrozó mi vida para siempre.

Sus padres dijeron que se trató de un suicidio, Adrien la estaba pasando bastante mal en los últimos años y yo nunca me enteré, porque siempre tenía una sonrisa para recibirme.
No recuerdo lo que pasó esa noche, tal vez me desmayé y el shock fue tan intenso que durante un par de días no pude sentir nada, pero cuando caí en cuenta que no volvería a verlo, llegó el dolor; Sentía como si me hubieran partido a la mitad, no sé bien por qué me mantuve con vida, me encerré en mi habitación y lo único que hice fue escribirle, tal vez porque de ese modo la perdida me resultaba menos dolorosa.
Y así nació “el mejor disco de todos” Yo no creo que lo sea, no hubo nada hermoso en el modo en que decidió abandonarme para siempre, mucho menos en el profundo vacío que siento dentro de mí.

Los fans aguardan… Parece una ironía que las únicas personas que me quieren con sinceridad son ese grupo de extraños que aguardan durante horas y horas solo para verme durante un momento, o tal vez esa es la respuesta, me quieren porque no me conocen, sé que la gente que me rodea siente desprecio por mí, o tal vez lástima, o tal vez nadie sabe quién soy realmente y nadie quiere saberlo, al menos así es por ahora, había alguien, si, alguien que me conocía completamente y aun así me amaba, tal vez no lo suficiente, pero yo podía vivir gracias a eso.
No puedo sentir ni un instante de calma desde que lo perdí, estoy destrozado, escribí la canción más triste de todas y todos se limitan a aplaudir.
Todo se reduce a aplausos porque… ¿Qué importa cuántas noches pase sin dormir mientras tenga energía para seguir haciendo dinero?
Y entonces ¿Qué importa que me suba al escenario a dejar los pedazos de mi corazón en el suelo mientras pueda cantar todas esas canciones sin equivocarme?
Tampoco importa que él no me hubiera amado lo suficiente como para quedarse conmigo, porque finalmente él es lo único que sigo amando más que a nada en este estúpido mundo.

Así que por el momento no importa seguir con esta enferma existencia durante meses (tal vez años) hasta que la muerte venga a cobrarme las facturas de mis excesos. No importa, porque en este momento, la música es lo único que me hace extrañarte menos.

Los fans esperan y como tu predecías, han venido desde todas partes solo para verme, para oírme y voy a entregarles todo, todo lo que tengo, lo poco que me queda, lo poco que pueda otorgarles: una razón para seguir todos juntos aquí, hasta que pueda reunirme contigo y vuelvas a decirme que significaba este tatuaje. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario