Primeras impresiones:
Esta no es ni de lejos, la mejor etapa de mi vida, creí las cosas cambiarían un poco con el tiempo y vaya que han cambiado, pero para mal... Ahora no tengo a dónde ir y odio esta ciudad.
Nunca comprendí la frase "En este mundo hay solo dos tragedias: una es no obtener lo que se quiere; la otra es obtenerlo. Esta última es la peor, es una verdadera tragedia" Nunca hasta que me mudé aquí; Cuando era más joven, me pasaba horas tener la oportunidad que hoy tengo y tal vez en ese entonces, lo habría disfrutado, pero ahora, no lo disfruto para nada porque jamás creí que vivir de este modo sería el peor de los infiernos, ni que una ciudad lluviosa y enorme, pudiera dar tanto miedo y sentirse tan solitaria.
Trato de distraerme de todas las formas posibles: yendo al cine, paseando e intentando cosas nuevas, incluso relacionarme. Pero al final: la película siempre termina y soy la única que se sienta sola en medio de tanta gente, tengo mucho que decir, pero no hay nadie para escucharme y no me queda más que mis pesadillas. O en todo caso: mi insomnio, porque hace mucho que no pudo dormir.
Nunca me había sentido tan perdida, es como si todos tuvieran un lugar en el mundo, porque todos parecen tener algo que los impulse, como una buena razón para levantarse temprano cada maldito día.
Todos, por supuesto... excepto yo.
Y de algún modo, desearía poder ser parte de algo, o por lo menos alejarme de aquí...
kilómetros y kilómetros. Perderme tanto que finalmente termine extraviandome por completo y tengo la certeza de que nadie iría a buscarme pero entonces, al menos esta bestia llamada soledad, podría devorarme entera, de un solo golpe hasta que no quede nada.
Entonces adiós al silencio y al insomnio, a los extraños y a los recuerdos. Y bienvenida sea la nada.
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