viernes, 1 de abril de 2016

Solo un cigarro más...

Ya he hablado mucho sobre relaciones tóxicas, sentimientos destructivos y demás, pero hoy, quisiera hablar de algo un poco más tangible: La más destructiva de mis relaciones y no estoy hablando de ningún romance frustrado, no, me refiero a algo simple, algo que posiblemente te guste: El cigarro.


Y antes de que dejes de leer, no, esta no es una maldita campaña de “Fumar mata” ni ese tipo de estupideces, no, tampoco voy a mostrarte dientes podridos y fetos muertos. No, solo quiero contar el efecto mariposa que colapsó en lo que hoy ha sido uno de los días más largos y extraños de mi vida.




La tos comenzó hace cuatro meses, no le di importancia, un par de pastillas, inyecciones, nada que el doctor no pudiera resolver y por supuesto, los cigarros del diario, para la ansiedad, para concentrarme mejor, para “relajarme”
Cuatro meses después y… Joder, de verdad estoy harta de toser, además me falta el aire, no entiendo que sucede: Otra visita al doctor y:

-Uno de tus pulmones, está dejando de funcionar-

Cuando me lo dice apenas puedo creerlo, es como estar viendo una mala película, me quedo en blanco y hasta me dan ganas de reírme. Eso solo pasa en las novelas y en los anuncios de las campañas que no quieren que el negocio del tabaco prospere. NO, el doctor no está sonriendo, está escribiendo una receta de lo que me aguarda: Un muy largo, doloroso y costoso medicamento para intentar salvar mi pulmón.




  Y lo único que puedo pensar es en lo difícil que va ser decirle adiós a mis cigarros.
Siempre escuché de personas que lo estaban dejando, o que cayeron en el mismo circulo vicioso que tienen con la dieta (Me como este postre y ahora sí, mañana empiezo la dieta) Fumo esta cajetilla y lo dejo para siempre, este cigarro es el último, juro que es el último…
Pero tus dientes no se caen y sigues vivo y estresado entonces ¿Para qué dejar de fumar?
Por supuesto, no hay necesidad, ni la habrá hasta que te digan que es probable que tu pulmón deje de funcionar y lo mismo ocurrirá con el otro y entonces perderás ambos, tal vez puedas vivir sin cigarros, pero definitivamente no puedes vivir sin pulmones. 




El doctor me da la receta y me dice que de ser posible vaya por los medicamentos esta misma noche, luego me mira y hace la pregunta.
-¿En serio te quieres morir?-
¡Que gracioso! Porque oír esas palabras de un experto, oírlas en voz alta.
Sabe que no puedo responder y se limita a decirme.
-Lo estás logrando-
No sé si lo dice porque es demasiado profesional, o porque es de ese pequeño porcentaje de doctores que piensan en sus pacientes como seres humanos.
¿Por qué dejar de fumar? No, no hay ninguna necesidad, ni la habrá hasta que esas ridículas advertencias de las campañas ñoñas de salubridad se vuelven contra ti y es una de las tantas pesadillas de las que no puedes despertar, por más que desees abrir los ojos. 
¿Pero te cuento un secreto?... En este momento, de verdad mataría por un cigarro. 

1 comentario:

  1. Que este texto sea una promesa pactada contigo, Violeta. A mi papá ya lo está matando y veo más cerca un tanque de oxigeno a que deje sus cigarros. No te conozco en persona, pero por favor, por las personas que quiero y he visto destruirse de a poco, no te rindas.

    ResponderBorrar